Esta es una jornada personal para mejorar su vida.
Primero aprenderá cuales son los efectos desastrosos que se producen por un estado de tensión crónica, día tras día, año tras año.
Como aumentar su paz interior y mejorar las relaciones personales, especialmente con su propia familia. Cuando usted lo necesite, no importa donde se encuentre, aprenderá a tranquilizar su cuerpo y sus emociones, rápidamente. |
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Le enseñaremos como adquirir un estado mental profundo. En ese nivel mental podrá utilizar el poder de la imaginación y la visualización controlada; encontrará soluciones a problemas personales o de negocio.
Discutiremos el poder del pensamiento. Este es el único atributo que nos distingue de cualquier otro tipo de criatura en esta tierra. ¿Sabe usted cómo piensa, o piensa usted en automático? Nuestro pensamiento es el arma más poderosa que Dios nos ha dado. |
El cuerpo es el sirviente de la mente, obedece las órdenes de la mente y estas órdenes son sus pensamientos.
El subconsciente no pregunta, ni razona, ni discute, ni trata de convencerle; solamente ejecuta las órdenes del consciente.
Pensamientos de miedo, preocupación crónica, tensión y ansiedad, pueden matar a una persona tan eficazmente como una bala.
Cuando el pensamiento es dirigido y aplicado, cosas increíbles comienzan a ocurrir a su alrededor.
¡Somos milagros que caminan. Tenemos dentro de cada uno de nosotros una porción divina; es la parte que nos da la vida!
Solamente por el hecho que Dios habita en nosotros, lo que emana de nuestras mentes debería de ser totalmente majestuoso.
El subconsciente no pregunta, ni razona, ni discute, ni trata de convencerle; solamente ejecuta las órdenes del consciente.
Pensamientos de miedo, preocupación crónica, tensión y ansiedad, pueden matar a una persona tan eficazmente como una bala.
Cuando el pensamiento es dirigido y aplicado, cosas increíbles comienzan a ocurrir a su alrededor.
¡Somos milagros que caminan. Tenemos dentro de cada uno de nosotros una porción divina; es la parte que nos da la vida!
Solamente por el hecho que Dios habita en nosotros, lo que emana de nuestras mentes debería de ser totalmente majestuoso.